Silencio.
Caminás y fumás.
Ese chico te pide una seca
y vos le das el pucho entero
sonriendo.
Ese chico te pide una seca
y vos sonriendo le das el pucho
entero.
Silencio.
El sol no te alcanza a calentar y tenés
la cara helada.
Fumás más y caminás.
Tenés el reloj entre las piernas
y todavía no marca las doce.
El reloj no marca las doce
y lo tenés entre las piernas.
Silencio.
Escuchás un grito
pero entonces no,
el silencio no es más silencio,
es una ceniza
o una resaca.
La nariz te gotea
y la telaraña la tenés en la cabeza.
Caminás y fumás.

1 Comentarios:

Natalia Figueira dijo...

silencio en el título. y silencio en la nariz, el sol, la telaraña. Al final somos nosotros los que gritamos, o los que somos el grito.
Saludo

 

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