No la tendrá muuuuy grande, pero pero pero

Nancy le escribió una carta a Roberto que empezaba masomenos así:

Tu cara
TU CARA
tu cara de vómito de mandril del huevo del fiat 600 del chupete del hijo azteca del duraznos en
almivar, de tu cara de pepa, tu cara de barba, tu cara de árabeanglofrancés americanohispanoitaloprecolombino
tu cara en un ejército de bombachas manchadas de sangre
y un plato lleno de
vello púbico abajo de un velador naranja
justo al lado de la ventana que da a los cactos
cara de lija
cara de pija
tu cara en una multitud de hijos de puta desvergonzados y vomitivos, yo soy quien va a terminar con todo este circo Roberto, yo Nancy Beatríz Sanchez voy a sacarte la careta de monaguillo violado ésa que tenés y le voy a mostrar al mundo tu verdadera, tu asquerosa y repulsiva cara

-besar con los ojos abiertos es una puta falta de educación pitocorto de mierda!-

Se desarrollaba puteando a gran parte de su árbol genial- lógico, mayormente a los integrantes femeninos, pero por sobre todas las cosas, acusó ferozmente a su madre por haber engendrado, dado a luz y alimentado a un descarado machista que creía que las mujeres solo servían de recipiente para depositar sus fluidos - lo cual era bastante acertado-; y finalizaba con una infantil amenaza de desmembrar su hombría con algunos utencillos de cocina.
Culpaba a mi pobre vecino de haberle arruinado la vida, y haberle hecho perderse los mejores años de su vida avocando su voluntad, su tiempo, sus fuerzas en ÉL - lo cual era bastante mentira y de alguna forma una excusa por inflamarle el machismo barato, el ego, la libido y el miembro...
Nancy nunca me calló del todo bien, como la mayoría de las anorexicas rubias con tetas más chiquitas que las mías, era muy puta, histérica y celosa, tito siempre me decía que a la chabona le molestaba que fuésemos vecinos, ni confidentes ni nada, aparte la carta parecía escrita con el pie, tenía olor a menstruación y estaba toda tachada, yo me ofrecí a esconder a Rober unos días en casa mientras las aguas se aquietaban y hacía toda la movida judicial, yo me sentía como en "atracción fatal" con la rubia anna psicótica.
El problema era Roberto , mi prolongada abstinencia sexual y amorosa , su irrestible forma de bordear mi rolliza e imperfecta figura con sus dos ojos pardos; había algo silvestre en él, algo salvaje y cabeza que me arrastrabe casi involuntariamente a acercarme mientras dormía, y sentir su aliento tibio en mi cuello o a espiarlo mientras tomaba esos largos baños de inmersión en mi bañera.
Procuré tejer lazos superficiales y efímeros con Nancy, simplemente para sacarle información acerca de su intimidad con Roberto que pudiera ser útil a mis recurrentes fantasías a solas.


(continuará?)