Un micro en la patagonia lleno de gente de todos colores y olores, de golpe me siento excitada sin pensar en nada en particular... Miro la ruta y me calienta, una pregunta me azota como látigo en el plexo solar
¿Sabes hacer el amor o sólo te interesa cojer? La última vez que coji fue hace unos días con un alemán llamado Thomas, era idéntico a mi novio muerto y nunca había tomado ácido ni había sido acariciado en el pecho. Después de ayudarlo a descubrir dichas maravillas me preguntó si era hombre o mujer, calculo que no se acordará de mi cara, pero espero se haya llevado un buen orgasmo y buen viaje al menos;yo sí que me acuerdo de su cara mojada con lluvia en mi carpa en El Bolsón. La primer droga que probé fue el odio, la última no me acuerdo
. Yo no se qué quieren las personas, qué torturas o bendiciones prefieren, a duras penas conozco y el exploro el fracaso de mis fantasías, de mis deseos y el regocijo incpnsciente de ser jueza y victima y verduga de mi misma. Quiero tener un millón de amantes, Lamer cada noche una espalda diferente pero que sea la misma de la noche anterior, surfear el infernal paseo por los paisajes hipnoticos del enamoramiento de la juventud ex cínica, soldados fobicos convertidos en niños valientes ilumunados. Miel aspera de hastio pre apocaliptico, necesito un romance neocybernewage.
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