Síndrome de Estocolmo II

Flota tristísima y bella, la amargura de tus labios en todo lo que mi mente toca. Loca de tus ausencias permanetes. La mirada la carcajada; la sed tuya ausente. Inherte la candidez de las canciones que remiten a un tiempo escurridizo y muerto en donde todos entreabrimos la boca invocando a dios al unísono. Rezo en la mañana todavia dormida, rezo por todos nosotros, rezo por los que odio y lucho por perdonar. Rezo porque el veneno que empapa nuestra percepción atraves de los 6 sentidos, deje de corroerlo todo, mezquino y diabólico. Violento veneno vengativo, vete de mí.

1 Comentarios:

vorhis cerda premoli dijo...

sos la más grosa de las poetisas traumadas(eso que hay bastantes).
haber cuando nos tomamos altos mates (sí, sé que no tomás mates).

 

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