Un collar de almejas, sal en la piel,que desgarra la carne con uñas rojas malamente pintadas, aspira, escupe, da un sorbo, se ríe, se mea, mientras delgadísima agujitas de hielo forman un camino de ida a lo largo y ancho de toda la columna vertebral, sal en la piel, chupetín de cereza que se derrite en el bolsillo izquierdo de mi campera, No puedo dejar de pensar en vos, todo empieza, nace, se reproduce y muere cuando te reís, te crecen flores en la barba y los pajaros vociferan en su idioma la hecatombe de la piel, ahora todo tiene el olor del estertor que precede al sexo frustrado, el agua muerta anida Dengue, los parpados alojan lucecitas de colores y traicion y la humillación de 3 frustraciones púbicas públicas.
Solamente se trata de alguien esperando,
algo que nunca le va a suceder.
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