yo sepulté un enjambre de abejas en tus pechos.
yo fui.
quien adornó tu boca con frutillas.
y del barro de la noche
nos fuimos juntos ensuciando toda la casa,
divertidos.
hice películas en las paredes
sacrifiqué mis deseos
sacrifiqué mis animales
en tu nombre.
un día vi una hermosa mañana
y busqué tu compañía
para abrazarla y tomarla
pero estabas bebiendo de tu propia miel.
y eras sorda como todos los muros
y un páramo te hizo inalcanzable
un infinito te abrigó enferma
un mar tiñó mi oscuridad en tu nombre.
nadie me abriga en el frío
y pierdo sangre cuando rezo.